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Todos somos diseñadores

Tiempo de lectura: 2 minutos
La esquina de Eje Central e Hidalgo en la década de los 2000

En el ‘89, cuando muchos de nosotros no habíamos nacido, se lanzó en la cedemequis (entonces DF) el programa Hoy no Circula, buscando reducir la contaminación causada por el tráfico que solo iba aumentando en la ciudad… Y funcionó.


No es cierto. El mexicano, para bien y para mal, es característico por buscar el cómo sí y encontró una forma perfecta de zafarse de la restricción: comprar un segundo auto, muchas veces menos eficiente que el “titular” y que a la larga es un poquito más barato que dar al menos una mordida a la semana. Entre una y otra cosa, hay estudios que sugieren que el Hoy no Circula terminó causando más tráfico y contaminación.

Obviamente, quienes participaron en la propuesta e implementación del programa buscaban el resultado contrario y, por falta de recursos, variables impredecibles o tiempo limitado en la definición, no pudieron prever las últimas consecuencias que tendría. Pero ¿eso los exime de la responsabilidad de esas consecuencias? y si no, o no del todo, ¿qué tanto les exigen estas consecuencias un replanteamiento del programa?

Ya sea que el diseño sea Darle sentido a las cosas, como dice Roberto Verganti, o Cómo funcionan las cosas, más allá de cómo se ven, como dijo Steve Jobs, todos somos diseñadores de una u otra forma. Y aunque no nos confronten en el día a día, como creadores de soluciones que impactan el mundo real estamos atados a estas mismas preguntas y, aunque no podemos predecir ni controlar todas las variables que están en juego en el uso y la implementación de nuestras soluciones, tenemos una responsabilidad con el impacto que tienen en el mundo.

 

Una forma de hacerlo es implementando herramientas y sistemas que eviten lo más posible resultados negativos o nos permitan encontrar la mejor forma de corregir el camino de alguna solución que se desvió de su propósito o presentó consecuencias que no beneficien a nuestros clientes, o más aún, a los clientes y usuarios finales, aquí enumeramos solo algunas para considerarse:

01. Diversidad

Más variedad de backgrounds de las personas en un equipo significa más puntos de vista y experiencias que pueden predecir consecuencias más allá del primer impacto.

02. Árboles de futuros.

Es un framework viejito pero vigente, inventado por Jerome Glenn en el ‘72, (antes del Hoy no circula) en el que se pelotea en equipo las posibles consecuencias directas e indirectas de algún cambio. (no todas tienen que ser negativas)

03. Herramientas de UX y CX

Hay diferentes frameworks que tienen como propósito retar el impacto de cualquier idea en tintero contra diferentes tipos de impacto en la gente. Hace poco nos compartió Co las Intersectional Design Cards, que en caso de que no le hayan echado ojo antes, esta es la señal para que lo hagan.

Como creadores de soluciones (ejem, diseñadores) debemos estar atentos a las posibles consecuencias, tanto positivas como negativas, de nuestras propuestas y dispuestos a aprender de los resultados y mejorar nuestras prácticas para minimizar los efectos negativos.

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Iván Jiménez

Iván Jiménez

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