Ser reconocido como un líder de ideas en el trabajo y fuera de él tiene un enorme potencial para influir en nuestro entorno y en generar un impacto exponencial en nuestro desarrollo profesional.
Independientemente de cuál sea tu título en la empresa en la que trabajes o a lo que te dediques, cultivar la generación de ideas te ayudará a rodearte de gente interesante y a aumentar las posibilidades de que esas ideas se conviertan en innovaciones que generen valor.
Para convertirte en un líder de ideas que fomenta e impulsa la creatividad a su alrededor, toma en cuenta las siguientes claves:
1. Crea espacio para nuevas ideas:
Cuando un colega se acerque a ti con un concepto novedoso que desea echar a andar, seguramente enfrentará el desafío de balancear el tiempo necesario para trabajar en su nueva idea y las responsabilidades que tiene.
Aunque tu no seas responsable directo de su carga de trabajo, puedes convertirte en un apoyo y una palanca para hacer que su idea suceda.
Aquí algunas sugerencias…
a. Sé su aliado:
Actúa como un oyente mientras navegan por su idea innovadora. Provoca sesiones de lluvia de ideas y dale comentarios que le ayuden a refinar o ajustar su propuesta inicial.
b. Dale acceso a recursos:
Comparte tu propio conocimiento, experiencia o canalízalo a fuentes de información que puedan ser útiles para su proyecto. Esta orientación puede ahorrarle tiempo y amplificar su capacidad creativa.
c. Despeja el camino:
Protege el tiempo de quienes están trabajando en ideas abogando por sus prioridades. Sé una voz que defienda el valor de pensar y proponer nuevas ideas e incluso, si tu agenda lo permite, ofrece tu propio tiempo para asumir alguna tarea que permita que otros tengan espacio para crear.

2. Sal de la rutina
Salir de los límites y ambiente de trabajo puede refrescar nuestra perspectiva y dar lugar a nuevas ideas.
a. Explora nuevos lugares
Participa en actividades fuera de tus espacios, asiste a eventos culturales y deportivos que te permitan conectar en otro nivel con tus amigos y compañeros de trabajo fuera de la rutina laboral. También, explora hobbies que despierten tu curiosidad y sin tener un objetivo en particular; solo hazlo por el simple hecho de hacerlo.
Todas estas experiencias pueden servir como terreno fértil de ideas y como fuentes de inspiración lejanas u ocultas a simple vista en nuestro día a día.
b. Documenta lo que descubras
Mantén un registro de todo lo que te llame la atención y observes alrededor. Desde ideas, momentos fortuitos, encuentros, espacios, etc. Nunca sabes qué puede detonar tu siguiente gran idea. Todas estas experiencias pueden servir como terreno fértil de ideas y como fuentes de inspiración lejanas u ocultas a simple vista en nuestro día a día.

3. Da prioridad al descanso y a los momentos para pensar
En la cultura de trabajo acelerada en la que vivimos, muchas veces pasamos por alto la importancia de pausar, tomar un momento para descansar y recargar energía. Esto es igual de importante que los puntos anteriores.
Una pausa mejora la calidad de las ideas que generemos después. Por eso, es de vital importancia incorporar espacios de descanso que reseteen la mente, amplíen nuestra perspectiva y den una mayor flexibilidad cognitiva a nuestro cerebro.

En conclusión...
Convertirse en un líder de ideas requiere fomentar un ambiente que promueva y nutra la creatividad.
Al crear espacio para nuevas ideas, explorar fuera de los espacios de trabajo y abrazar momentos de descanso y reflexión, puedes elevar tu influencia y provocar un cambio en la la creatividad de las personas que te rodean.
Las nuevas ideas no conocen límites y surgen de donde menos lo imaginamos. Abraza y aduéñate de tu papel como líder de ideas y crea las condiciones para que tu espíritu creativo impacte a los demás.