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¿Por qué estoy tan cansado?

Tiempo de lectura: 5 minutos

Ayer me topé con un video que trataba de responder la pregunta. ¿Qué hace un consultor? La respuesta: “preparar juntas y asistir a juntas”. Me reí porque después de trabajar 17 años como consultor de innovación reconozco que la conclusión no es del todo incorrecta.

 

En esencia mi trabajo consiste en asistir a una junta donde hay algo en conflicto, preparar la siguiente junta con una pieza de contenido que ayude a descubrir la solución, escuchar las reacciones al contenido durante la nueva junta y así sucesivamente hasta que el cliente ya sea por piedad o porque la solución le entusiasma, finalmente dice: puedes ir en paz, el proyecto ha terminado.

 

Después de distraerme unos minutos con el videito, me puse a preparar mi siguiente junta hasta que me interrumpió un pensamiento intrusivo. Si lo único que hago es preparar juntas y asistir a juntas ¿por qué estoy tan cansado todo el tiempo?  Reflexioné un poco y descubrí que mi agotamiento crónico se debe a tres problemas. Se los comparto para hacerlos evidentes en caso que se encuentren en un predicamento similar.

 

Problema 01. En lugar de prepararme para la siguiente junta, caigo en la sobre preparación, le doy mil vueltas al mismo punto tratando de mejorarlo y reviso 80 veces lo que evidentemente ya está listo. Según el video, esta sobre preparación hace todo el sentido del mundo porque en el fondo todos los consultores somos “insecure overachievers” (también cierto).

 

Pensamos que para sonar inteligentes debemos hacer análisis extensos, complicados y rebuscados. Creemos que entre más información y más análisis hagamos, tendremos más probabilidades de éxito, sin embargo, el exceso de análisis no necesariamente es positivo.  Mi evidencia favorita de lo anterior es un estudio desarrollado en 1974 por el psicólogo Paul Slovic.

 

En el estudio Slovic le pidió a 8 apostadores profesionales de carreras de caballos que predijeran los resultados de 40 carreras en 4 rondas consecutivas, adicionalmente les pidió que mencionaran que tanta confianza sentían sobre sus predicciones. En la primer ronda cada apostador hacia su análisis a partir de 5 piezas de información, en la segunda ronda recibían 10 piezas, en la tercera 20 y en la cuarta ronda 40.

 

Los apostadores acertaron 17% de las veces en las 4 rondas, la información adicional no mejoró su análisis y no los ayudó a acertar más, sólo los hizo sentir más seguros de sus predicciones. En la primer ronda sentían 19% de confianza y para la cuarta ronda, su confianza se había incrementado a 34%. 

 

Una vez que has hecho la tarea, no debes invertir más tiempo mejorándola, eso se llama insecurity work, trabajar de más no te hará acertar más, solo te desgastará innecesariamente.

 

Problema 02. Muchas de las juntas a las que asisto son las juntas incorrectas. La mayoría pudieron haber sido un mensaje de WhatsApp y un gran porcentaje del resto son reuniones a las que me invitan, me siento obligado a asistir para no quedar mal, pero no tengo nada que hacer ahí. Asistir a juntas es fácil, asistir a las juntas correctas no tanto porque requiere decir NO tantas veces que el costo social derivado de establecer límites genera ansiedad.

 

Decir NO a un cliente importante parece inimaginable, pero decir SÍ indiscriminadamente es irresponsable. Tu tiempo debe estar donde aportas valor, no calentando una silla en una junta irrelevante. Decir NO es terriblemente incómodo porque no sabemos cómo hacerlo. Les dejo un fragmento del Libro Essentialism, donde el autor Greg Mckeown explica cómo decir NO amablemente en 3 simples pasos.

 

E.B. White dijo que no amablemente, y con cierto humor, en una carta fechada el 28 de septiembre de 1956. Escribió:

 

Estimado Sr. Adams. Gracias por su carta invitándome a unirme al comité de las Artes y las Ciencias para Eisenhower. Debo declinar, por razones secretas. Atentamente, E.B.White

 

La respuesta de White ilustra una sencilla plantilla que podemos adaptar a cualquier petición a la que queramos decir NO:

 

  • Paso 1. Afirmar la relación. Por ejemplo: «Me alegro mucho de saber de ti».
  • Paso 2. Agradece sinceramente la oportunidad. Por ejemplo: «¡Muchas gracias por pensar en mí! Parece un proyecto brillante. Me halaga que hayas pensado en mí».
  • Paso 3. Rechazar la oferta con firmeza y educación.

 

Problema 03. Cuando te la pasas preparando juntas y asistiendo a juntas no hay espacio para tomar un respiro y aunque lo hubiera, sería mal visto hacerlo. En consultoría se valora más al que trabaja sin parar que al que busca un equilibrio entre productividad y salud mental. Esta última reflexión me hizo recordar un tweet de Naval Ravikant.

«Las semanas laborales de cuarenta horas son una reliquia de la era industrial. Los trabajadores del conocimiento funcionan como atletas: entrenan y compiten, luego descansan y vuelven a entrenar».

De pronto todo me quedó un poco más claro, ya se porqué estoy tan cansado. Mi trabajo no solo consiste en prepararme para la siguiente junta y asistir a juntas, mi trabajo también es descansar la mente. Los atletas no compiten sin parar hasta desmayarse: entrenan, compiten y le dan tiempo a su cuerpo para recuperarse. Lebron James toma con la misma seriedad su rutina de sueño que la de gimnasio. Si quieres que Neymar juegue en tu equipo debes pagar los servicios de sus dos masajistas personales.

 

Así como el atleta ve la recuperación física como parte de su trabajo, vaciar la mente es parte del trabajo de todo aquel que pertenezca a la economía del conocimiento. Si te pagan por pensar, debes funcionar como un atleta, no como una máquina. Esto es más fácil decirlo que hacerlo porque estamos inmersos en una cultura laboral tan tóxica que nos orilla a pensar que descansar la mente no debe ser parte de la rutina laboral sino un privilegio al que debes acceder únicamente en tu tiempo personal. Esto tiene que cambiar, el tiempo personal está ocupado en otras cosas (cuando aún tienes vida).

 

Si quieres ser productivo, vaciar la mente debe ser parte de tus actividades laborales, debe de estar en tus pendientes. No me malinterpreten, no me refiero a echar una siesta de una hora después de comer o a perder el tiempo distrayéndote en Tik Tok.  Me refiero a incorporar hábitos para vaciar la mente durante unos instantes de la misma manera en que un atleta estira los músculos al terminar de entrenar.

 

Les dejo 3 técnicas que funcionan y que que son los suficientemente sutiles para pasar desapercibidas. A primera vista, parecen demasiado básicas pero si logras convertirlas en hábitos, los beneficios en tu bienestar mental y productividad serán sustanciosos

  • 3 minutos de respiración consciente. Concéntrate en cómo respiras. Si respiras rápido y poco profundo, trata de hacerlo más despacio y profundo. Coloca tu mano en el vientre para sentir cómo se expande cuando inhalas y cómo baja cuando exhalas. Intenta respirar seis veces por minuto.

 

  • 5 minutos de relajación muscular progresiva. Escoge una parte de tu cuerpo (pie, pierna, boca, ojos) y ponla tensa por unos segundos. Después, suéltala y déjala relajada por 10 segundos. Observa las diferencias. Luego, elige otra parte del cuerpo y repite el proceso hasta que hayas relajado todo el cuerpo.

 

  • 10 minutos de caminata consciente. Camina a una velocidad constante pero más lenta de lo normal. Mientras caminas, pon atención a la forma en que cada pie entra en contacto con el suelo.

«Kant caminaba diariamente por su ciudad a la misma hora para escapar de la "compulsión del pensamiento". Caminar es la mejor manera de ir más despacio».

Gracias por leerme, me voy porque ya va a empezar mi siguiente junta y no he preparado nada.

4 comentarios sobre “¿Por qué estoy tan cansado?

  1. Hola Carlos, me gusto tu articulo yo trabajo en el área creativa escribiendo guiones y contenido para una marca, trabajo como freelancer desde casa, pero debo decir que sin duda alguna a veces hay momentos donde me saturo y el cansancio se apodera, a pesar de que estoy en casa. Tomare en cuenta tus consejos, cuídate y saludos.

  2. Reí, empaticé y me llegó a lo más profundo.
    Empezaré con los consejos, gracias por contenido tan valioso.

  3. Excelente artículo. Algún documento para saber cuando hacer una reunión? Como bien dices, hay cosas que se pueden resolver con un mensaje o una llamada rápida.

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Carlos Álvarez (Mara)

Carlos Álvarez (Mara)

Socio de RedBox y fundador de Inspiración para crear.
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