
Cuando encontramos que, en un entorno prevalece la homogeneidad en el perfil de quienes lo integran, sin duda nos daremos cuenta, de que existe una limitación en las soluciones e ideas que emanan de él.
Esto, en su mayoría sucede debido a que los integrantes de una organización han tenido experiencias, antecedentes y perspectivas similares en la vida. Es decir, han acudido a las mismas escuelas, frecuentan los mismos lugares, comparten la misma inclinación socio-política, e incluso vacacionan en destinos similares. Ocasionando, que su cosmovisión se asemeje bastante.
El problema, se da cuando al momento de buscar ideas, solo se llega a aquellas que solucionen problemáticas para perfiles similares al suyo. Lo que tiende a ocasionar perdidas a la compañía.
¿Cómo podemos darle la vuelta?
Es por esto que, para fomentar un entorno libre del sesgo de ideas, es necesario tomar en cuenta tres conceptos.

Analizando el modelo, nos podemos percatar de que:
En resumen, para crear equipos que desarrollen soluciones e ideas creativamente superiores, es necesario crear un entorno inclusivo, generando políticas y lineamientos que favorezcan la equidad, promoviendo al mismo tiempo la diversidad de perfiles.