En la industria del entretenimiento, muchos músicos y actores son notorios por hacer peticiones extravagantes en sus contratos.
En los años 80, el grupo de rock Van Halen se hizo famoso por incluir la «Cláusula M&M» en su lista de exigencias para sus conciertos.
«Artículo 126: No habrá ningún M&Ms marrón en la zona del backstage, bajo pena de cancelación del concierto y pago total a Van Halen».
Durante años la gente se burló de esta demanda. Lo percibían como un ejemplo clásico de peticiones excéntricas de superestrellas o como una superstición.
Pero David Lee Roth, el cantante de la banda, reveló el verdadero razonamiento detrás de su «ridícula» petición.
Resulta que la cláusula era una prueba.
En aquella época, las giras de Van Halen eran producciones masivas y elaboradas, con cientos de luces, equipos pesados y diseños e instalaciones muy complicadas.
La banda sabía que si sus instrucciones no se seguían al pie de la letra, cualquier error podría ocasionar graves problemas de seguridad como poner en peligro la vida de alguien.
Así que enterraron la «Cláusula M&M» en medio de las especificaciones técnicas del contrato para poner a prueba la atención a los detalles del promotor.
Cuando llegaban a una nueva sede, verificaban el color de los M&Ms. Si veían unos de color marrón, sabían que los promotores no habían leído bien el contrato. Eso significaba que tenían que volver a revisar toda la producción e instalación. Si era demasiado difícil de arreglar los errores, cancelaban todo el concierto.
No subestimes el poder de los detalles.
Algo que tarda años en construirse puede derrumbarse en segundos si ignoras los pequeños detalles.
No siempre es posible supervisar todos los detalles. Pero, como Van Halen, podemos identificar indicadores importantes que nos den una idea de cómo lo estamos haciendo.
¿Qué sistema o indicador puedes implementar tú?
2 comentarios sobre “El secreto de Van Halen”
Una excelente manera de probar que se seguían las indicaciones .
No solo eran unos genios musicales.
Muy buena idea. Es en los detalles donde se hace la diferencia. Esto es, no por quien los exige sino de quien toma diligentemente nota de ellas.